¿Acaso no tuve derecho a sentir cualquier miedo, Amor?
ese miedo tan valiente que se disuelve en el volcán de
nuestras verdades
Es sin ti como viví, es por siempre donde estuve aguardándote
enredaderas de coral rozando en tus muslos
soles púrpuras que dibujan cada trazo de tus labios sobre mi
piel
dulces lágrimas liberadas de ese dolor intenso del alma que
sufrió entregando
abrazos de horizonte añil anaranjado, colmados de hermosura
serena y profunda
bocados que duelen sin doler y juegan sonrisas infinitas
un futuro que modelamos sencillamente en cada gozar nuestros
pasos de la mano
la pureza de dos cuerpos que se sienten
libres de sí mismos y de la luz que reclamaban
es la danza perfecta de nuestra alcoba de naturaleza salvaje
ese deseo inaprensible, delicioso y certero como la unión de
nuestros cuerpos
susurrar al silencio la seda de nuestras caricias hilvanadas
desde el principio y el fin de los tiempos
mujer imperfecta eres culmen de la belleza
¿a quién puedo agradecer que mis suspiros siempre
¿a quién puedo agradecer que mis suspiros siempre
encuentren la canción de tu mirada?
pero lo hago a cada instante eterno que late pleno
en el fondo de mi alma
hoguera purificadora dónde quemamos más de lo que
imaginábamos
luna de magia que nos guiaste al éxtasis
árbol que cobijaste el compromiso más deseado
cuidarte es amarnos
amarte es sentirte tan libre como nuestra.
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