jueves, 30 de agosto de 2012

Lamento de locura infame


Lamento de locura infame la que despierto de sed y condena,

no es mi luz sino mi cuerpo quién sufre eterna pena.


Callado aguarda la sombra de tus lazos tan firmes y delicados

que no necesitan de mí más que mi eterna belleza, esa

que ahora late y borbotea desde el mismo sexo de vida y hambre.


Ahora que no muere no hay diablo despierto, sus vestidos cambian

y tornan púrpura y verdes ungüentos de pasados que no quieren ser descubiertos.



Más sentido siente sentir mi dolor que amargo muere en la dulzura de mi propia vida,

esa que no aparenta sin traslucir más de lo que ni siquiera presienta la luz de tu tormenta.



No es odio ni culpa ni vítores de villana muerta,

no entiendo sino escupo la luz vestida

y desnuda de ti,

de mí

porque sé que en vida eterna ahora mi alma entera vibra y amplia

su

infinito robado para conocer la mayor de las bellezas, es tuya, es mía, es nuestra.







*

domingo, 20 de mayo de 2012

Tan sublime como la tuya


Tan sublime como la tuya,


mi soledad en su desnudez

se torna en el dolor

de la ausencia de la tuya estando a mi lado.



Tan presente, tan distante



Luna rota, no añicos,

sino mágicos cristales deslavazados que

un suspiro cuando el miedo no gobierna y

cuando el tiempo se desdeña,

convierte la pureza de tu entrega

en la más deseada de las puertas.



No hay palabras que susurren la verdad

sino son los besos de alma

los que,

ingenuos de su falsa trampa,

se derraman para ganar sin más beneficio

que,

la máxima expresión de tu esencia.

martes, 10 de abril de 2012

El miedo y la medida

El miedo y la medida,

la incertidumbre y su guarida

acaso nacimos para no entregar a fuego

lo que del alma sale a borbotones.


no es sabio ni cuerdo

el que calcula más allá de su pecho.


vivo y loco es el que,

sin saberlo

de amar sin fin,

su vida se ha hecho.







*

sábado, 7 de enero de 2012

La suerte se merece y se agradece.


Cada luna nueva murmura y acuna

la verdad que

antes dormida y latente

ahora brota en cada

innombrable espacio.


Exultante de vida mientras

nuestros cuerpos funden con cada aliento

que, transforma y prende nuestro amor,

ese, nuestro beso .