Lo tuve,
lo perdí
lo ganado es más que mí.
Imposible fuera si dentro no sintiera que
ahora desnudas nuestras verdades, no
me necesitas ni
yo te preciso a ti.
No es menos necesario ahora o más hermoso que
en nuestro ayer de mañana,
Tu beso sin final, impregnado
con
el
deseo
de tu fin,
prende y mece la candencia imperecedera de estos labios que,
húmedos y fragantes de la verdad de tus entrañas, enmudecer no pueden sino
cantarte Niña,
a cientos de mundos de distancia, nunca
estás
lejos
ya de
mí.
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