La
inmensa y serena mirada de
tus ojos
cuando encuentran
y
abrazan
los míos
tus labios que
en su finura y carnosa sed,
colman el deseo y la eterna entrega
de
los míos
cada íntima curva y encantadora sutileza de
tu cuerpo despierta,
duerme y clama
la pasión
más
recóndita
y cotidiana
del mío
todo ello, toda
Tú,
eres fin y principio de una,
la mayor
de
mis alegrías
Siquiera todo ello
en
su
arrebatadora naturalidad
y
belleza
no es más que la expresión mágica y
corpórea de
lo que más amo y admiro, tu alma niña, tu esencia que no confunde
y,
sí se funde, con la mía
No hay comentarios:
Publicar un comentario